La integración de tecnologías biométricas en las transacciones remotas está transformando la forma en que autenticamos nuestras identidades. Ya se utilizan distintos métodos basados en biometría en pagos digitales para reforzar la seguridad. Su implementación responde a la creciente necesidad de prevenir fraudes y optimizar la experiencia del usuario.
Pero, ¿qué papel juegan estas innovaciones en las transacciones telefónicas con tarjeta? Esta modalidad de pago sigue estando plenamente vigente, y también está evolucionando para ser más robusta en cuanto a seguridad y amigable en cuanto a experiencia de uso. La biometría podría entrar a formar parte de una versión todavía más eficiente, pero su integración plantea desafíos. ¿Es realmente viable en el futuro próximo?
¿Qué son las tecnologías biométricas?
Las tecnologías biométricas se basan en el reconocimiento de características físicas o conductuales únicas de cada individuo para verificar su identidad. El concepto viene respaldado por la directiva PSD2 en términos de autenticación reforzada.
Entre las biometrías más comunes se encuentran:
- Reconocimiento facial: analiza los rasgos faciales para identificar a una persona.
- Reconocimiento de iris: examina los patrones únicos en el iris del ojo.
- Reconocimiento de huellas dactilares: utiliza las impresiones digitales para la autenticación.
Otras tecnologías incluyen la geometría de la mano, la dinámica de tecleo o los hábitos de navegación en internet, cada una ofreciendo distintos niveles de precisión y aplicabilidad según el contexto. Entre ellas también está el reconocimiento de voz, quedémonos con esta última noción…
El desafío de la integración de la biometría en pagos remotos
¿Te imaginas, como explican desde Visa, que “estás haciendo una compra en línea y en el momento que te pide ingresar tus datos, en lugar de tener que insertar toda la información acercas tu tarjeta a tu móvil y completas esa transacción”? ¿Nuestros teléfonos van a convertirse en datáfonos personales?
La autenticación biométrica se consolida en pagos móviles y en línea, pero su aplicación en transacciones telefónicas autorizadas por voz presenta desafíos particulares. Integrar la biometría en este ámbito implicaría que el sistema autorice el uso de la tarjeta no solo por la declaración del usuario, sino, por ejemplo, reconociendo su voz durante la llamada.

Image by Alessio Damato at Wikipedia]
La incorporación de esta tecnología biométrica vendría a complementar el sistema ASR (reconocimiento automático de voz) para la autorización de pagos, que en PaybyCall ya es una realidad plenamente vigente y una alternativa plenamente funcional al DMTF. Con la creciente familiaridad de los usuarios con estas tecnologías, su adopción en pagos telefónicos podría volverse un estándar indiscutible en el futuro cercano.
Ventajas: seguridad más robusta, accesibilidad más eficiente
A pesar de los pesares, la implementación de las tecnologías biométricas en las transacciones telefónicas ofrece varios beneficios significativos, entre los que sin lugar a dudas destacan:
- Una mayor seguridad: los rasgos biométricos son únicos y muy difíciles de replicar, lo que reduce de manera muy significativa el riesgo de fraude.
- Una mayor comodidad: elimina la necesidad de recordar códigos PIN y contraseñas o el uso de tarjetas de coordenadas, facilitando el proceso de autenticación.
- Una mayor rapidez: agilizar las transacciones mediante una verificación de identidad más rápida es positivo tanto para el cliente como para el comerciante.
Colocar un dedo sobre la pantalla, mirar durante un par de segundos nuestro terminal o decir una sencilla frase para desbloquear una cuenta es más fácil que teclear una contraseña con caracteres especiales… Y además, es más seguro, ya que permite detectar intentos de suplantación, añadiendo así una capa adicional de protección a nuestras transacciones.
¡La biometría, tu nueva aliada para compras telefónicas más seguras!
Este es el futuro próximo en materia de pagos telefónicos seguros… ¡El presente se llama PaybyCall!