“¿Pedimos algo de comer?”
Probablemente sea una de las frases más pronunciadas en los últimos dos años en los hogares de medio mundo.
Si antes eso de la comida para llevar era patrimonio de unos pocos establecimientos de características muy marcadas (y un modelo de negocio ajeno a la restauración tradicional), hoy el envío de comida a domicilio es prácticamente la norma. Y la gestión de los pagos supone un desafío que PAYbyCALL puede ayudar a resolver con facilidad.
El salto al home delivery, ¿sin red?
La reciente crisis sanitaria de 2020-2021 originada por la COVID-19, con el consiguiente cierre de numerosos establecimientos de acceso público, obligó a muchos negocios de hostelería y restauración a renovarse o morir, y buscaron en la comida para llevar o a domicilio una vía de escape. Pero pronto descubrieron que no era tan sencillo…
¿Tenemos los envases adecuados? ¿Y la infraestructura de reparto? ¿Y cómo hacemos que la gente sepa que repartimos? Tomar el pedido por teléfono y meterlo en la TPV es una tortura, estar en tropecientas plataformas también (aparte de las comisiones que establecen); y ojo con las cuestiones de sincronización de inventario, y la cuestión fiscal, y…
Ah, y está el tema del cobro, claro. Cada sistema tiene sus inconvenientes: en metálico en la puerta del cliente tiene sus evidentes riesgos; establecer pasarelas de pago puede ser costoso, técnica y económicamente hablando; por otro lado, muchas personas no quieren dar sus datos bancarios a una app cualquiera (y con toda la razón).
“¿Puedo pagar con tarjeta… por teléfono?”
Por supuesto; faltaría más, en la era del dinero de plástico. Y, en la era de la economía digital, con más razón todavía. No obstante, existen una serie de normas de seguridad de la PCI (Payment Card Industry, o sea, el consorcio de) aplicables a entidades financieras, proveedores de servicios y comerciantes.
El estándar de seguridad PCI DSS está orientado a minimizar las posibilidades de fraude o uso indebido de las tarjetas de crédito/débito automatizando el pago, esto es, habilitar un sistema de pago telefónico con tarjeta incomparablemente más seguro que una app o un agente humano. Eso se consigue eliminando el factor humano y el almacenamiento de datos personales.
Siguiendo esta pauta, el agente que atiende por teléfono al cliente lo remite, en el momento de hacer el pago, a un servicio automatizado que solicita los datos necesarios y los envía a la entidad bancaria sin almacenarlos. Un proceso rápido, fiable y que cumple con las políticas de seguridad y protección de datos que son (y serán) cada día más importantes.
¿Está el DSS de la PCI al alcance de las pymes de restauración y hostelería?
No solo está a su alcance, sino que toda empresa que trabaje con las tarjetas y los datos bancarios de sus clientes debería adherirse a este estándar, y no solo por los riesgos a que se exponen la empresa y sus clientes, sino también por las multas por incumplimiento que prevén compañías como VISA, MasterCard, American Express, etc.
No obstante, siendo realistas y dejando a un lado las buenas prácticas que todos podemos poner en práctica, existe una parte más técnica en cuanto a evaluación de instalaciones de seguridad, declaraciones de cumplimiento, asesoría de seguridad autorizada, etc., que la mayoría de pequeños negocios no están preparados para asumir internamente.
La solución: PAYbyCALL. Un servicio ágil, altamente personalizable, que se adapta a las peculiaridades de cada modelo de negocio y se integra fácilmente con softwares, plataformas y servicios web. Y una forma de que tu cliente sepa de antemano que sus datos bancarios están a salvo, y que la única sorpresa que se va a llevar será el agradable aroma de su pedido al abrir el envase…