Cuando somos un pequeño negocio, tanto si hablamos de un negocio físico como virtual, todos los canales de pago son pocos; en un contexto en el que la competencia es feroz y el cliente cada vez más selectivo, habilitar distintas modalidades o medios de pago es esencial para la supervivencia; si hablamos de e-commerce, quizás más.
Y por supuesto, con lo que adelantan los tiempos, hay mucho donde elegir, o mejor dicho, hay que elegir muchas opciones. Así que si el comercio electrónico es lo tuyo, te invitamos a valorar los principales entre estos medios de pago. y, para ponértelo fácil, aquí tienes una lista con una explicación básica sobre de qué se trata cada uno.
TPV virtual
¿Sabes lo que es un TPV (terminal de punto de venta) físico, ¿no? Pues un TPV virtual es similar, es decir, es un sistema para gestionar pagos (y cobros) con tarjeta entre las tiendas y sus clientes, solo que en entorno digital; o sea, sin pasar la tarjeta por el datáfono, pero sí introduciendo los datos de la tarjeta.
Este medio de pago está ahora mismo entre los más populares por su fiabilidad y su facilidad de integración digital, con el hándicap de las tarifas y comisiones. Como casi todos los sistemas de pago online, requiere la presencia de pasarelas de pago, sean independientes o pertenezcan a una entidad bancaria.
E-wallet
Una “cartera electrónica”, en sentido literal; es decir, una aplicación móvil en la que “almacenas” tarjetas de crédito, dinero en “efectivo”, criptomoneda y otras cosas similares de valor (como documentos de identidad, billetes de avión, entradas a conciertos o cupones descuento del super). Y lo gestionas todo desde una aplicación móvil.
Para las tiendas online es interesante, pero más aún para los comercios que trabajan en presencial y en electrónico, porque se puede habilitar como forma de pago tanto virtual como física (sí, eso de arrimar el móvil al datáfono con tecnología NFC). Un sistema polivalente, algo que siempre nos facilita las cosas.
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Pago MO/TO
La modalidad de pago mail order/telephone order (o sea, por orden telefónica o por correo) está entre las más antiguas y efectivas en cuanto a pago sin el comprador presente se refiere; su primer antepasado son los catálogos de compra por correo, primero físico y contra reembolso, luego por teléfono, finalmente por e-mail.
En la actualidad el pago telefónico con tarjeta se ha convertido en un recurso imprescindible para algunos modelos de negocio (venta telefónica, call center, servicios de suscripción, reserva con pago, etc.). En este caso es importante contar con un sistema seguro en el tratamiento de datos personales y ágil en la integración con distintas tecnologías de pago.
Transferencia bancaria
Clásico entre los clásicos, la transferencia bancaria (en este caso que hablamos de e-commerce, ordenada en línea) sobrevive y sigue teniendo bastante predicamento en algunos modelos de negocio, por ejemplo en comercio internacional, sobre todo cuando la transacción alcanza un importe considerable o en contextos de baja confianza.
También es el sistema preferido por aquellos clientes que prefieren no introducir los datos de su tarjeta en internet. Lo malo que tiene es el tiempo de procesamiento, que bien puede demorarse 48-72 horas; y en muchos casos, las altas comisiones, sobre todo en comercio internacional. Por otro lado, para el comercio el coste es bajo.
Plataformas y procesadores de pagos online
PayPal abriría la veda allá por el año 2000 como un sistema de pagos en línea en el que el usuario puede enviar o recibir dinero; coloca una cantidad en su cuenta, asociada a una tarjeta de crédito o una cuenta bancaria, y la gestiona desde un sitio web. Más rápido y con menos comisiones, acabaría con el mundo del giro y el envío de dinero.
En su versión móvil, lo más parecido (para el caso español) es Bizum, un procesador de pagos en el que están integrados la gran mayoría de bancos españoles. En este caso, además de la velocidad, la ventaja está en la comodidad; el único requisito es que la otra parte (por ejemplo, tu negocio) también esté inscrita.
